jueves, 17 de mayo de 2012

DATOS ORIGINALES DEL FOLKLORE MÉDICO ALMERIENSE



            DATOS ORIGINALES DEL FOLKLORE  MÉDICO ALMERIENSE


ESPERANDO AL MÉDICO-CHERCOS, 1980,.
 ¿Tiene Almería, aparte de su división territorial eclesiástica, política y administrativa “carácter suficiente para quedar individualizada dentro de otros conjuntos geográficos superiores”?como se pregunta Sáenz Lorite  sobre la comarca del Almanzora (Sáenz Lorite, p.14).Esta cuestión la resuelve el mismo autor al concluir después de diversos razonamientos, afirmando que es “un dominio climático de gran personalidad” o de “indudable personalidad que la individualiza dentro de cada uno de estos conjuntos”.Se refiere al Sudeste Español que “por sus rasgos se diferencia de las unidades vecinas”.
   Estos rasgos diferenciales geográficos, implican que el aprovechamiento humano y cultural de un paisaje subárido (semidesértico) que se estructura dentro de los condicionamientos antropológicos,   incidan  necesariamente en su forma original  de enfrentarse a la enfermedad, a sus concepciones y a su tratamiento, desde el principio de la historia y fuera de la medicina oficial.
   La presentación pues de éste capítulo, tiene dos finalidades concretas: dar a conocer otros muchos  aspectos de la Medicina Popular en Almería y dentro de aquellos, seleccionar los que creo más originales o peculiares de alguna u otra forma.

   Los datos que ofrezco han sido recogidos durante más de una treintena de años,  sobre testimonios  directos de informantes almerienses de nacimiento y tradición y me  permiten estar de acuerdo con algunos de los pensamientos de Marcel Mauss (1971), cuando discurre sobre las encuestaciones etnográficas, cuyas dificultades, según el autor, residen particularmente en una observación superficial de  las comunidades por no “vivir dentro y en la base de la sociedad indígena”; en limitarse a extraer datos solo de los niveles culturales más inferiores (se puede y se debe acudir a informantes conscientes de nivel cultural superior, como pueden ser médicos, maestros , escritores, sacerdotes, etc.; en asombrarse ante los datos recogidos y con un criterio personal, deformarlos; en no confeccionar y catalogar objetos, en no evitar y considerar hipótesis gratuitas, y finalmente en conocer solo superficialmente la lengua. Por eso, un médico (en este caso el autor de este libro) que haya nacido, vivido y ejercido su profesión como yo, durante  un periodo de sesenta años dentro del área  estudiada, con suficiente interés y conocimiento del tema, sería  modestamente la persona más idónea para estudiar “descubrir, descifrar, crear” dentro de la Etnografía la faceta correspondiente al Folklore médico de la zona.

   Informantes de nivel cultural superior, que cumplen los preceptos más arriba relacionados (haber nacido, vivido, observado profundamente el modo, costumbres y lenguaje de un área) son los escritores regionalistas y otros escritores locales. Es por eso, como ya  hemos visto y se verá más adelante, que   me he permitido incluir a lo largo de la obra, algunas citas de dos de los más representativos poetas regionales con que cuenta Almería, que aunque poco conocidos, expresan, por su condición de autores de una poesía nacida de lo más hondo de la idiosincrasia  de su tierra natal, un conocimiento profundo del sentir: las costumbres, el modo de hablar, pensar y sufrir, de los hombres de su tierra. Estos poetas son José María Martínez Álvarez de Sotomayor(1975)[1] y Antonio Cano Cervantes(1909) [2](el poeta ciego de Garrucha) que reflejan en sus obras escritas en habla dialectal, el sentimiento del pueblo, la imperecedera esencia y el espíritu del hombre almeriense que ante los avatares que le depara el destino, la sequía, la aridez y otras circunstancias cual pueden ser la enfermedad y sus consecuencias, tienen una peculiar forma de conducirse , de concebir y de intentar curar sus males, nacida de esa misma resignación que como la esperanza de lluvia, condicionan su carácter seco, escondido, escueto, soñador, trágico y sencillo, como esta tierra nuestra que como alguien dijo “ni pa llorar tiene agua”.



[1] ALVAREZ DE SOTOMAYOR, José María Obras completas. Cuevas de Almanzora, 1975.1.455 páginas. Se incluyen ocho libros de poesía y tres obras de teatro. Cuatro de los libros  de poesía y dos de las obras de texto están   escritos en el habla dialectal del Bajo Almanzora.


[2] CANO CERVANTES, Antonio: Cantos de mi pueblo, Madrid, 1909.

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