martes, 11 de enero de 2011

ADELFA

ADELFA LA MAÑANA DE SAN JUAN EN SIERRA CABRERA
ABELFA (Adelfa) (Nerium oleander de Linneo):

La palabra adelfa deriva del griego dafne (dafnh), a través del árabe ed-defla. Comúnmente conocida por “baladre”, catalanismo del Valle del Almanzora que entra por el levante almeriense.Es una planta de hojas parecidas a las del laurel, aunque algo más lanceoladas que crece a orillas de las “ramblas” (lecho natural de las aguas pluviales, ancho, arenoso y seco la mayor parte del año), barrancos, arroyos y ríos. Es muy común en Almería. Por considerarse extremadamente venenosa, a cualquier clase de veneno se le llama “baladre”.Por eso es muy frecuente oír frases como “Es más malo que el baladre”.Su sabor es extremadamente amargo:
Quizás mi consejo
te deje en la boca sabor a
Baladre...” (Sotomayor, Rudezas, p.206)
Solo la comen los grillos según Simón de Rojas Clemente.
Útil para callos, úlceras, heridas y verrugas.
Las raíces para el dolor de muelas. Su olor causa malestar y dolores de cabeza.Se dice que es peligroso pasar por debajo de esta planta, pues si su flor cae sobre la cabeza de una persona, esta quedará calva a corto plazo. Se afirma también que es tan venenosa que solo la “toman “(liban) las abejas en la mañana de San Juan al “pintar” el sol y solo durante una hora1. Durante el resto del año ningún animal la come o muerde por mucha hambre que tenga (excepto los grillos) por su carácter extremadamente venenoso. Si es posible saber la hora exacta en que la planta es libada por las abejas (durante éste tiempo perdería la planta su carácter venenoso), recogerla, pues es útil (tendría “gracia”) para curar las verrugas.
Sus tallos y hojas puestos debajo de la almohada de los enfermos, se consideran con virtudes curativas en enfermedades críticas. Así lo manifiesta el poema de Sotomayor:
“y entre los tundiles también l´e metío
Tallos de baladre
y hojas de calistro
¡Pa que más tormento darle a la creatura..!.”
La aplicación de esta planta en forma de amuleto, se remonta a los tiempos de Plinio, dado que tanto la ingestión como la aplicación directa de la planta pueden resultar venenosas. Sin embargo yo recojo en Almería forma muy original de aplicación local para el dolor de muelas (Campo de Níjar): Se coge una hoja o rama de “abelfa” y exprimiendo su sabia, se echa una o dos gotas de ésta en el ojo contrario al lado de donde duelan las muelas y “ahí se queda el dolor...”.
En Paterna del Río se emplea para combatir la “rasquilla”5 y los “grillos de la sementera”, de la siguiente manera: se echa la adelfa en una balsa y con el agua resultante se regaba la tierra y los grillos se morían.”Venenosa mucho” (testimonio en Paterna del Río, 1980).En Albox (2008) se me informa que “el baladre cocío” se empleaba después de la guerra para combatir la sarna.
Fuera de la Medicina Popular la adelfa tiene un empleo en artesanía popular. Sus tallos (por su flexibilidad) previamente cortados en tamaños de 1.50 o 2 metros, macerados en un estanque durante varios días, sirven para fabricar arcos de colmenas, o barriles o “capachos” (cestas grandes para recoger las frutas y otros productos) y trabillas (aros para trabar a las bestias o para pasar por ellas las cuerdas que aseguran las cargas)