miércoles, 30 de junio de 2010

GRACIA

GRACIA

Es la virtud, disposición o condiciones naturales que poseen determinadas personas para curar las enfermedades. Los curanderos lo son, aparte por ciertas disposiciones naturales, virtudes heredadas o conocimientos amplios de Medicina Popular, por tener “Gracia”. La “gracia” es un concepto sobrenatural (cristiano o no) que casi siempre va unido a la fuerza: “fuerza curatriz”. Se dice: “de la fuerza que tiene, puede morir” (Área IV-Berja).El curandero puede morir a causa de su mismo o excesivo poder. La persona con gracia sería“portadora de una dynamis curativa” (Gil, Lain, p.78) La dynamis de los curanderos sería su gracia. La gracia puede tanto que le da mucha fuerza a quien la posee.
MUJER CON "GRACIA"CON LAS PLANTAS RECOGIDAS LA MAÑANA DE SAN JUAN-LÍJAR,1979. La gracia les viene dada a los llamados “saludadores” en Alhama de Almería por tener una cruz en el cielo del paladar También por ser el quinto hermano seguido del mismo sexo. Otras veces el séptimo o el noveno (Alhama de Almería). En Líjar solo determina la gracia el quinto hermano seguido, o la quinta hembra.
Nacidas de la misma naturaleza del pueblo, las obras de Cano Cervantes y de Álvarez de Sotomayor, recogen datos del curanderismo que a grades rasgos perviven presentes en nuestra provincia en especial en el levante donde subsisten estas prácticas y creencias. Entre ellas la “gracia”.En el poema de Cano Cervantes “Entre amigos”(Cano Cervantes,1909,pp.25-31 )se resume lo esencial de las prácticas médicas populares que de un modo constante se dan en Almería, reflejándose en él, el “modo cultural de ser” de esta tierra, respecto a esta faceta tan importante de la Antropología cultural y la unanimidad con que puede constatarse la existencia del “personal paramédico que cura”como los personajes de el “Choto” y la “Isabel María” que observa Cano Cervantes en sus poemas. El origen especial de la “gracia” a “El Choto” se le manifiesta porque “entre sus hermanos él hace el quinto”; y de allí los rasgos singulares de sus actos y de su capacidad curativa. Como “El Choto” posee “gracia” en “la pata zurda”, el enfermo curará posándosela sobre la parte dañada. Este modelo de sanador popular es un típico modelo social que no falta en un número más o menos variable en casi ninguno de nuestros municipios. Otra “especialista” en la cura de determinados procesos constantes en nuestra Medicina Popular es la “Isabel María” que procede en el referido poema de Cano Cervantes a la curación de una de las “enfermedades “más originales de nuestra Folkmedicina: “el sol metío”, proceso descrito más arriba.

Los signos por los que se puede saber que una persona va a tener “gracia” para curar, aparecen y se observan en su niñez o desde el mismo momento de su nacimiento; por ejemplo: haber nacido de pie, ser el quinto varón de una familia, o como me decía una informante: “yo tengo “gracia” porque de pequeña me criaba muy raquítica(en la infancia la “fuerza curatriz” puede emanciar a un niño, no le deja madurar, crecer o engordar) y veía cosas, veía a mi madre muerta con un hábito,”.Se refería a alucinaciones visuales; “veía frecuentemente al lado de un árbol a una niña llorar y entonces una mujer me aclaró que lo que a mi me pasaba es que yo tenía “gracia” para curar”. Por eso, ésta informante, comenzó a practicar el curanderismo, impulsada por la familia y amigos. Estos (Líjar, 1978) basándose en un detalle nimio, crearon en esta niña a una “sanadora” que tal vez les era necesaria para que la comunidad mantuviera su entidad étnica. Otra informante me decía: “Mi padre también era curandero y por eso aprendí de él”.

Los curanderos y en general todos los sanadores populares, tiene por costumbre no revelar sus secretos y fórmulas nada más que sus más allegados familiares, ya que de otra forma perderían la “Gracia”.

Respecto a los honorarios, la persona que posee la gracia no puede cobrar. Perdería la gracia. Solo cobran “la voluntad”.

Algunos aprovechan la “gracia” para prosperar social o económicamente, pues como personas más inteligentes a veces, que la mayoría, esto eludirían con estos oficios trabajos duros o manuales y así mismo la propia miseria.

Algunos dado que si enseñan sus secretos u oraciones para curar, también pierden la gracia, no aleccionan al que sería su heredero en las tareas curadoras, hasta la vejez o hasta que sientan próxima la muerte.

Pero quienes poseen la gracia dentro de la comunidad están obligados a ejercer su virtud a favor de los enfermos que requieren sus servicios a cualquier hora tal como lo hace el médico quien también tiene esa obligación (los médicos rurales aunque sea en medio de la calle habían de atender a sus enfermos(1970-80).

jueves, 24 de junio de 2010

martes, 22 de junio de 2010

VERRUGAS

VERRUGAS
Son prominencias de la piel muy fácil de diagnosticar. Las llamadas verrugas vulgares, son tumores de la piel causadas por la infección por el virus humano papiloma. Las verrugas son muy frecuentes en la infancia y adolescencia y generalmente se contagian por contacto de un familiar o compañero afecto o se auto inoculan de una localización a otra. Una vez se ha contagiado el virus este puede permanecer de forma latente en la piel y desarrollar la verruga desde unas semanas hasta varios meses después. Es frecuente la desaparición espontánea de las verrugas, si bien en ocasiones pueden durar varios años. En los pacientes adultos suelen ser más persistentes. PALMITO
Este proceso no es exclusivo de la Medicina Popular almeriense, pero si lo es en los variados procedimientos y en los medios silvestres propios que tenemos a mano en nuestro medio para su terapéutica. Así se utilizan para curarlas, plantas casi exclusivas de Almería como el palmito y otras que solo se dan en nuestro medio.

Respecto a su etiología se piensa que si en una noche de luna se van contando estrellas, mientras se va señalando o pellizcando cualquier parte del cuerpo saldrán tantas verrugas como lugares pellizcados ( y en los lugares pellizcados) .También de tomar leche en conserva, salen verrugas.

En la cura de esta afección se compendia casi toda la filosofía de la Medicina popular almeriense. Procedimientos mágicos, transferenciales, terapéutica vegetal, animal, rezos y ensalmos...etc.

Como en todas las medicinas populares los procedimientos para curar las verrugas son abundantes y variables. La curación se hace tanto con la intervención del curandero o sin ella. Cuando “se echa mano” al curandero este casi siempre solo emplea procedimientos mágicos. Cuando la cura se hace sin curandero, o sea con el enfermo solo, los procedimientos a veces son mágicos y las más veces son combinados con otros métodos naturales; son menos, los métodos naturales solos. En ocasiones se necesita para curar el concurso de una tercera o cuarta persona que no debe ser necesariamente un curandero o persona con “gracia”, pero su colaboración, si resulta imprescindible para la ceremonia mágica. Pero hay veces que las verrugas se resisten a ser curadas porque “las brujas no están en racha” (Taberno)

Exento de toda magia sería el procedimiento que consiste en atar un hilo de seda fuertemente a la base de la verruga cuando esta es algo pediculada; esto le hace “secarse” y acaba por caerse(es evidente que al privar de riego sanguíneo al proceso exostósico, se produce una necrosis que hace que se desprenda la verruga).
Frotando las verrugas con una manzana partida que posteriormente se deje secar en un lugar oculto y apartado, ocurre que si a los veinte días la manzana se ha secado, las verrugas también se secarán desapareciendo (Macael)
Orinarse con asiduidad sobre las propias verrugas las hace secar, y pronto se caen. El mismo efecto puede tener la propia saliva aplicada con el dedo sobre la verruga durante nueve días seguidos.
En Checa-Molina (1997), pp. 353-354 se describen las prácticas sobre curación de las verrugas en Albox. Un paciente afecto de unas verrugas en las rodillas y en las manos acude a la curandera, que con una simple inspección asegura que son verrugas (diagnóstico). No obstante afirma que son muy gordas y están muy arraigadas (pronóstico). Por eso resultarían difíciles de curar (tratamiento). Las trata con oraciones y aplicando saliva en ayunas nueve mañanas seguidas. Esta curandera, que suele curar también otros procesos por las tardes hace venir al enfermo nueve mañanas seguidas porque la saliva ha de aplicarse en ayunas. Al cabo de una semana, las verrugas comienzan a secarse. Cuando están secas la misma curandera recomienda un fármaco antiverrugas.
Se conoce por “cortar” las verrugas a la cura de las mismas echando sobre ellas el líquido lechoso de la mata lechitezna” de la que en verano hay que cortar un tallito y exprimir el líquido pegajoso que destila esta planta sobre la afección, que así desaparece.
La “leche” o sea el látex de la adelfa se aplica también varias veces sobre la verruga para que desaparezca. Si es posible saber la hora exacta en que aquella planta es libada por las abejas cosa que solo ocurre la mañana de San Juan (durante éste tiempo perdería su carácter venenoso) habría que recogerla durante ésta hora, ya que solo así sería útil (tendría “gracia”) para curar las verrugas.Es un modo de curación de las verrugas sin la intervención de curandero o persona con gracia.
En Níjar se extrae un brote de palmito, se chupa y se vuelve a poner donde se ha sacado. Conforme se vaya secando el brote, la verruga va desapareciendo. Comprobamos aquí el efecto “secada” en contraposición al efecto “rebrote” que se emplea para la cura de otras enfermedades.
La “leche de higuera” o flujo blanquecino que fluye por sus hojas o por el pezón de los higos verdes se emplea localmente contra las verrugas para “quemarlas”.
El sujeto  afecto de verrugas ha de visitar al curandero que se quedará con su nombre escrito en un papel. El día de San Juan, el enfermo esperará a que salga el sol y se dirigirá a una planta llamada “boja entina” que previamente haya seleccionado. Con una caña rajá golpeará con fuerza a la boja. Cuando la boja se seque, las verrugas desaparecerán.

Hay determinadas personas que tienen “gracia” para “cortar” las verrugas mediante determinadas ceremonias: se coge un caracol y se restriega su “moco” por las verrugas del enfermo, tras lo cual éste y el “curador” ( Denominación del sanador o curandero en algunas zonas de los Filabres(Tahal)en solitario se elevan hacia un monte o lugar secreto a las demás personas. Una vez allí, el curador oculta el caracol en un hueco, debajo de una piedra o en un lugar que él solo conoce. Cuando el caracol se seca, también se secan las verrugas del enfermo (Tahal)

La persona con “gracia” para curar la afección verrugosa, pregunta el nombre y el número de verrugas que el enfermo tiene y provisto de una vara acude a un paraje donde abunden o haya un “nebro” (Enebro).Durante ésta ceremonia no puede ser visto por nadie. Por cada verruga contada se le proporcionan nueve palos al “nebro” o “enebro”. Entre tanto se dice:
“Nebro, nebroso
Quítale las verrugas
al verrugoso” (Albox y Taberno)
También en Tahal, se registra la variante de “pegarle una paliza con una vara al enebro” diciendo el nombre de la persona que se quiere curar, primero al derecho (primera paliza) y luego al revés (segunda paliza).Cuando la mata se seque, se secan las verrugas. Luego se les conmina diciendo: “Si no se las quitas, otra vez que pase por aquí te acabo de rematar” (Tahal).En Tahal también recojo el siguiente procedimiento: “La persona con “gracia” cuenta las verrugas del enfermo y yéndose aun lugar secreto, esconde en un “bujero” tantas hojas de olivo como verrugas tiene el enfermo. Cuando se secan esas hojas, las verrugas se caen” (se desprenden de la piel)
También se secan las verrugas de “pasmar” al que las padece.
Otro procedimiento sería poner al enfermo sobre una “cequia” y éste, va contando las verrugas a la vez que echa un grano de trigo a la acequia por cada verruga que tiene.
De Tahal son también los siguientes procedimientos: el líquido que exhuma la parte tierna de los juncos al ser arrancados, aplicado sobre las verrugas, las cura. En Paterna de Río me refieren (en 1980) que se restriega la verruga con lo blanco del junco antes de que salga el sol y esta parte se mete otra vez donde se ha secado. Cuando el junco se seca, se seca también la verruga. “Se afila el junco sacado de una “junquera” hermosa, por su parte blanda, aplicando esta secreción en la verruga, el junco así tratado se vuelve a meter en la planta, si el junco se seca la verruga también”. Restregándolas con los ojos cerrados la mañana de San Juan, antes de “pintar el sol”con cualquier mata del campo, se secan. Por cada verruga que uno tenga, se amarra un esparto a una piedrecilla, cuando se seque el esparto, se seca la verruga. “Cinco que t



JUNCOS





enía, allí se quedaron” (Paterna del Río) Meter en un pañuelo tantas “chinas” (piedras pequeñas) como verrugas se tenga y tirarlo para atrás sin volver la cabeza sobre la “cruz” (cruce) de cuatro caminos (La cruz de caminos en la espiritualidad mágica precristiana es el lugar donde habitan los espíritus de los muertos, esto se corresponde con las cristianizadas “animas benditas del purgatorio”).
En Bayárcal (1980) me hablaron como útil, el “agua fuerte”.
En la zona de los Vélez existen ciertos ensalmos como:
“En el nombre del Padre del Hijo y de la Santísima Trinidad
a (nombre y apellidos) las verrugas quitarás”.
Con el dedo pulgar se va haciendo una cruz sobre la verruga tocándola (contacto crucial) y se hace la misma oración para cada verruga. Si las verrugas están muy juntas se pueden hacer una oración para cada grupo. Al final se reza un Padrenuestro.

También se emplea una retama haciéndole tantos nudos como verrugas tenga el enfermo y pasando luego la retama sobre las verrugas mientras se reza. Se abandona la retama en el campo sin mirar atrás. Cuando la retama se seque se secan las verrugas. La retama como el olivo o el enebro son plantas que tardan mucho en secarse al ser cortadas como plantas eminentemente xerófilas.





Paisaje seco con retamas en Fines





En los Vélez también se recoge por García Sánchez 2000, otra forma de curarlas pronunciando la siguiente salmodia:
“Verruguilla
verrugosa
Vuélvete p`atrás,
si no eres otra cosa”
Curará si el diagnóstico es cierto. Se duda en la oración por tanto si se trata de otra clase de maldición demoníaca o posesión diabólica (“otra cosa”). Se rezan tres padrenuestros mientras con unas hojas de olivo se hace una cruz las hojas se dejan en el suelo, se avanza unos pasos, se hace otra cruz y así hasta nueve veces se repite la ceremonia. Se dice que cuando las hojas de olivo se secan se secan también las verrugas.
En Oria, también se describe el siguiente procedimiento: se desprende la cubierta externa del tronco de junco desde la base, y se aplica el jugo que aparece sobre las verrugas. Seguidamente se vuelve a poner la cáscara sobre el tallo desnudo a modo de funda; cuando el tallo del junco se seca la verruga también se seca. También si se pincha con la “punta pinchosa” del junco la verruga hasta que salga sangre, la verruga desaparece. Arrojar a la lumbre tantos granos de sal, como verrugas se tengan. Antes de que la sal cruja, hay que irse para no oír los “llampíos” de la sal. Si se oye algún “llampío” quedan igual número de verrugas cuantos llampíos se oigan.

La bojalaga (Campo de Níjar) se utiliza para la cura de las verrugas. La persona que desee a curar las verrugas a otro, se pone delante da una bojalaga, pronuncia una oración y a continuación pronuncia el nombre de la persona afecta. Acto seguido debe apalear a la bojalaga con una caña rajá o un palo, en una o varias sesiones hasta que la planta se seque. Cuando se seque (cosa harto difícil dada la gran resistencia de esta planta a todo, incluso a las mayores sequías o al arranque con los tractores, que por eso, se llama también “prueba- yernos”) las verrugas desaparecerán. Esto lo puede hacer también el mismo enfermo. Y ésta misma operación se hace también con el “torovisco”. En Instinción un vecino natural de Ohanes, cura las verrugas dando palos a una mata de “Torvisco”.No cobra nada y no ha tenido ni un fallo. Su madre le trasmitió el poder en 1937 y le enseñó las oraciones para curar las verrugas. Cura con solo saber el nombre de la persona afecta y el sitio en que tiene las verrugas. No necesita ver a la persona. Cura así a distancia hasta personas que están en Barcelona (1990)
Otro procedimiento sería pasarse un lagarto vivo sobre las verrugas (Taberno)
Hay otra forma de cura transferencial en los Vélez donde el mal también se traspasa a un animal. Un animal feo, siempre algo maldito: el sapo. Se coge un sapo y sin maltratarlo se pone al sol sobre una piedra lisa. Y para que no pueda escaparse se le pone otra piedra encima y se rodea con piedras para que no pueda ser atacado por otros animales. Se dice un ensalmo parecido a:
Sapo, sapillo
conforme te vas purificando
ve quitándole las verrugas a (nombre del enfermo)
Se rezan entonces tres padrenuestros. El sanador se santigua y se marcha sin mirar hacia atrás. El sapo se va consumiendo de hambre y sol. Conforme se seca el sapo se secan las verrugas. (Taberno). (Purificación versus consunción) .
Muchas veces es conveniente que el enfermo no sepa que le están rezando ya que el estar pendiente de las verrugas, dificulta su curación.

Para curar las verrugas de las manos se frotan con una lagartija viva hasta que salga sangre (Taberno)
Lavarse las manos en agua bendita de un lugar donde no se haya estado nunca quita las verrugas y los “ojo-pollos” (Taberno)
Los “Manca-perros” (cardos) cocidos, se beben nueve mañanas seguidas y curan los granos y verrugas (Taberno)
Si a alguien se le amputa el dedo índice de la mano derecha, le desaparecen las verrugas del “dedo vivo” del otro lado.
Si el origen de la verruga es mágico (contar estrellas...etc.) la cura es mágica.



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Haciendo un somero análisis antropológico y cultural de la terapéutica antiverrugas popular almeriense vemos como en tan cortas ceremonias se encierran las siguientes características culturales:
-Ensalmo conminativo o amenazante: se conmina al mal a volverse para atrás y a regresar a su estado primitivo (la nada, la desaparición) con la salvedad de poder el que las “corta” equivocarse de diagnostico. Esto denota cierta inseguridad terapéutica, que hace al curandero curarse en salud, ya que sino se cura no era verruga.
-Elementos paganos: los números tres y tres veces tres, el nueve; elementos cristianos: la cruz y ciertas oraciones católicas; empleo de una o varias plantas comunes de hojas resistentes a la sequedad. Se han de emplear oraciones, ensalmos y conminaciones para que el mal muera, desaparezca o se seque. No es el proceso de curación como el del mal de ojo que tiene que transferirse, o el sol de la cabeza que tiene que expulsarse o salir o el de la culebra, que se mata. La verruga se seca, se disipa, ha de desaparecer transferida a la nada.
-Se alude a lugares elevados, misteriosos y mágicos. Se manejan animales: caracol, lagarto, lagartija, salamanquesas, animal-fraile sapo. Predominan los reptiles endémicos. Los reptiles son los animales más simbólicos de la Medicina Popular. La culebra, el sapo y las salamandras, son animales diabólicos contra el mal y la enfermedad.
-Se manejan plantas: enebro, retama, olivo, lechitezna, adelfa, junco, higuera, caña bojalaga, manzana, manca-perros etc.: la mayor parte de ellas son empleadas en sentido mágico. Tanto es así que cualquier planta sería efectiva con tal de haber sido recogida la mañana de San Juan. Las hojas de estas diversas plantas a pesar de ser cortadas y abandonadas tardan bastante tiempo en secarse. La planta se emplea como elemento mágico no como elemento terapéutico. Las virtudes curativas del olivo y otras matas son las de recibir transferencialmente el mal (la verruga) que desaparece tal como se secan aquellos elementos a donde ha pasado o se ha transferido la enfermedad.
- Se emplean métodos en los planos imaginario (oraciones, invocaciones, conjuros...), simbólico (contar, recontar) y empírico: plantas, animales y sustancias. Las plantas siempre se emplean en el plano mágico o simbólico o imaginario y pocas veces en el empírico (por sus virtudes curativas, solo la lechitezna o el junco podían tener cierta acción local...).Se emplea una planta que abunde y tarde en secarse. O una planta que sea difícil de encontrar. O animales difíciles de conseguir: culebras o camisas de culebra, sapos, el “animal-fraile”, las lagartijas...
La saliva en ayunas aparte su poder antiséptico y anestésico tiene un poder simbólico. Es la gracia de la curandera que la aplica la que “surte efecto”.La sanadora también es la que confiere poder al mismo enfermo a través de su propia saliva, para curarse a sí mismo.

En los procesos virales como la “culebra”, las verrugas y el mal de ojo, la eficacia de lo simbólico y ritual deja en un segundo plano a lo empírico, que se esboza, pero que no proporciona el fundamento curativo que es de otro tipo (psicoorgánico)

lunes, 7 de junio de 2010

ALMORRANAS

ALMORRANAS
Es la acepción vulgar de la afección hemorroidal. Cuando una persona desea que otra padezca de hemorroides ha de quemar sus heces en el mismo lugar donde ésta ha efectuado la defecación. Se emplea comúnmente como venganza hacia a aquellas personas que hacen sus necesidades al aire libre en propiedades ajenas.MATAGALLOS LÍJAR MAYO 2009 
Para curarlas, existen diversas fórmulas: una de ellas consiste en aplicarse agua hervida con sal, jabón casero y un poco de aceite (Taberno).También la corteza de tocino de cerdo aplicada localmente tras lavarse con una infusión de malvas, resulta útil. Trituradas las hojas y espigas de cantueso se cuecen y se hace una cataplasma que se aplica sobre las hemorroides. El agua resultante de cocer matagallos, a veces mezclado con tomillo en lavados mañana y noche se emplea también en ésta afección. La llamada cebolla albarrana, cebolla “almorrana” o “almorrano” es considerada planta útil para esta enfermedad en el campo de Níjar. Un ramo de “agricas” o vinagreras se machaca en un mortero y se aplica sobre las hemorroides.

ERISIPELA

ERISIPELA

De eritros: rojo y pela: piel La erisipela, pronunciada “resipela”, “desipela” o “decipela” (Líjar)” es el nombre que reciben determinados procesos dermatológicos que guardan cierto parecido con la enfermedad del mismo nombre y que tienen en común que cursan con calor, dolor, rubor y prurito (sobre todo el rubor).Es un proceso muy temido porque cualquier herida pequeña y superficial se puede “resipelar” con consecuencias graves. Ya lo dice el refrán: “Como decía mi abuela, la “resipela”, si no mata, pela”.

MALVAS,BENIZALÓN,MAYO 2010
 La persona que tiene “gracia” para curar la erisipela no es necesario que sea curandera profesional. A veces, solo posee la virtud para curar esta sola enfermedad.
El proceso de curación es el siguiente: se cogen nueve hojas de malvas (en Fernán Pérez-Níjar, hay uno que la cura con hojas de pámpano de las parras y en el mismo campo de Níjar se sustituye por olivarda) y nueve días seguidos. Las hojas las sostiene el curandero en la mano derecha, mientras dice:

“Cuando Jesús andó por el mundo    
                                                                                            
Se encontró la rosa venenosa
y le dijo:” ¿Quién eres tú?
--Yo soy la rosa venenosa
que enciende la sangre y quebranta los huesos
--Si eres tú eres la rosa venenosa
que enciende la sangre y quebranta los huesos,
Te mandaré fuego del cielo que te abrase.
--No me mandes fuego del cielo que me abrase
Mándame bendecir por tres veces”

Entonces la curandera o curandero hace la señal de la cruz con el manojo de malvas sobre la parte del enfermo afecta de erisipela, rezando a continuación un credo y una salve. La oración, las bendiciones y los rezos se repiten hasta tres veces. Posteriormente se coge una tijera con la mano izquierda y se va cortando el manojo de malvas (hacecillo que puede cogerse con una sola mano) hasta darle una forma redondeada al tiempo que dirigiéndose a las malvas se va diciendo:

“Te corté el pico, (dan un corte y una vuelta al manojo)
Te corté las alas (otra vuelta a las malvas)
Te corté el corazón (otra vuelta)
Te corté las entrañas (otra vuelta
Una vez hecho esto, el resto de las malvas que han quedado sin cortar se han de poner en un lugar donde nadie pueda pisarlas. Cuando las malvas se sequen, la erisipela quedará curada (Campo de Níjar)
En el Taberno, se recoge el siguiente rezo variante:

Cuando mi señor Jesucristo
iba por el mundo
Se encontró a una mujer
a quien dijo: ¿Quién eres tú?
--Yo soy la rosa venenosa
que quebranta los huesos
y corta las alas
Yo te mandaré
mi Señor Jesucristo
que te queme y ahogue”
En Tahal se cura con flor de “saúco” y malvas.
En Líjar con “beleño” que se cuece y se lía en un trapo, poniéndose sobre el lugar donde se localiza la “decipela”, según el siguiente testimonio oral: “Para curar la erisipela, se cuece el beleño, se corta un “trocico” se le hacen unos “agujericos” y aonde está la erisipela se pone (Líjar-Panzica) Lo mismo se hace con el saúco (Líjar)
En los Vélez (García Sánchez, 2000) se recoge la ceremonia con un tallo de saúco que se pasa sobre la lesión, santiguándose mientras se dice:

“Iba nuestro Señor Jesucristo
por un camino
se encontró a una mujer
que de colorado viste
de colorado calza (La lesión eripelosa es roja)
Di mujer quien eres
Soy la rosa maldita y patiñosa
que te quebranta los huesos
Y chupa la sangre”
Se rezan un Padre nuestro y un Ave María, tres veces. El enfermo tendrá mientras tanto en sus manos tres hojas de saúco.
En Turre se recoge el siguiente ensalmo (Grima, 1994)

“Cuando la virgen María
por el mundo andaba
por el mundo “andó”
se encontró a una mujer
que de colorado vestía
de colorado calzaba
y de colorado era
el cabello que llevaba.
Y le dijo:
tú eres la rosa venenosa, ponzoñosa
que chupa la sangre y quebranta los huesos
Te mandaré el fuego de Nuestro Señor Jesucristo
para que te quemes, para que te abrases
con mis cinco dedos y mi mano llana
derecha has quebrao
como la sal dentro del agua
--¿Qué corto?: ¡Maldita erisipela!
el pico, el ala, las piernas,
para que no pueda volar,
Y la malicia que llevas para adelante
se te vuelva para atrás”

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Obsérvese la similitud a la vez las variaciones entre los ensalmos del triángulo cultural: Zona de los Vélez, zona de Mojácar (Turre) y Campos de Níjar.
Nótese además la simbolización de la enfermedad cuyo principal síntoma es la rubicundez de la piel en una persona vestida de rojo: la enfermedad: eritros: rojo, “una mujer que de colorado vestía etc...Tan roja que hasta su cabello era rojo. Lo rojo se combate con lo rojo. El fuego es rojo. En este caso el poderoso fuego de Jesucristo, el máximo poder entre todos los poderes.
Se emplean: determinadas plantas como la malva planta herbácea muy común qua a veces se emplea como emoliente en forma de cataplasmas para reblandecer toda clase de abscesos y forúnculos, así como en la mastitis, que por sí misma no es excesivamente curativa por aquello de “Si te curas con malvas, mal vas”; las hojas de parra, el saúco y el beleño (esta planta muy mágica persiste en Tahal y en Líjar) el fuego, el rezo, la oración, la invocación divina a Jesucristo. Se invoca también a una planta mágica imaginaria: la rosa venenosa (rosa maldita y “patiñosa” y en Turre “ponzoñosa”);también un ave que produce o evoca la enfermedad y a la que se le corta el pico y las alas con las tijeras, con cuyo corte, se suprime el mal simbolizado en el pico y las alas del ave productora del padecimiento, que ha de rematarse cercenándole el corazón y las entrañas con la señal de la cruz y las oraciones cristianas más poderosas: el credo y la salve.
La enfermedad cura por disipación y transferencia a las malvas o al saúco que en este caso recogen el mal para que dentro de ellas muera por consunción transferencial.
En la ceremonia de la erisipela se lleva a cabo una conminación expulsatoria por invocación de un ser más poderoso para que el productor del mal, salga, huya o se traspase a otro sitio, en “nombre de tal” que te puede, que te gana, que te destruye, que te corta las alas venciéndote, para que no puedas volar (seguir actuando).La vis morbis al recibir la acción de otra más hostil o mas poderosa, desaparece o se neutraliza. Con las maniobras y rezos se pretende contener, comprar, engañar o aplacar los poderes y afectos sobrenaturales y sacar y arrojar fuera a los espíritus y a las fuerzas malevolentes